Cadenas

Las cadenas están en todos lados. Pesan, hieren, nos acompañan siempre, mientras inconscientemente nos acostumbramos a ellas.

Hay muchos tipos de cadenas: las que soportamos como sociedad, como grupo humano organizado (en la medida de lo posible); las que nos guían hacia el desconocido camino de la salvación; las que rodean a cada familia, a cada pareja; y, por lo que recuerdo, las que cada uno va formando y fortaleciendo sobre sí mismo. Quizá estas últimas son las más profundas; las que, más que envolvernos, son parte de nuestra estructura interna y por lo mismo sea más dificultoso erradicarlas, desecharlas, olvidarlas. Nos hacen daño, pero somos capaces de cicatrizar y volver una y otra vez sobre lo mismo. Estamos hechos de limitaciones, de todo tipo. Nos criamos, crecemos y dejamos este mundo suponiendo consecuencias al romper tal o cual limitación, tal o cual cadena.

¿Cuándo romper esas cadenas?, ¿cómo dejar atrás las limitaciones?...