2.9.16

Ese Ser Incompleto

Ahí está de nuevo ese ser incompleto, desayunando lo mismo de siempre, usando la misma taza y la misma cuchara, repitiendo los movimientos somnolientos de cada mañana, sin apurarse, sin correr, ya que el horario no le preocupa. Sus preocupaciones se confunden con la irrealidad; inventa problemas terribles y busca la solución de inmediato. Repite mentalmente las consecuencias si tal o cual hecho ocurriera; con quién hablaría; cómo lo solucionaría; y de pronto, como un gran alivio, se da cuenta de la realidad, que su problema actual es el pan que está en el tostador y las manos que las tiene partidas por el frío.
Ese ser incompleto se relaciona con los demás por mera cordialidad, ya que sabe que sólo lo saludan por cortesía; y trata de ponerse en el lugar de los otros, inventándoles problemas y soluciones tal como lo hace consigo mismo. Percibe que muchos de los que lo rodean viven pendientes del qué dirán, de los números de sus cuentas bancarias (casi siempre negativos), en fin, viven pendientes de cosas. 
Sin embargo, ese ser incompleto es honesto consigo mismo, trata de no mentirse, de no herir a los demás. A pesar que lo han dañado - no lo suficiente según él - trata de mantenerse firme, aunque sus movimientos sean mucho más lentos e inútiles que su mente; aunque tenga muchos problemas imaginarios por resolver; aunque el pan se queme en el tostador y sus manos sigan partidas por el frío.