26.9.12

Las Sombras de Borghi

Las sombras siempre son oscuras. Y siempre hay algo que las provoca, que dan su razón de ser, su origen. El DT de la selección nacional, Claudio Borghi, durante su vida futbolística, ha tenido que lidiar con sombras ajenas, externas, que no nacen de sí mismo, sino que son producto de personas o situaciones ajenas. 

 Por ejemplo, en la década de los ochenta, época de resplandor futbolístico del Bichi, cuando todos decían que era un jugador fenomenal, creativo como pocos, el jugador “distinto” que todos los planteles necesitan, tuvo que actuar a la sombra de otro argentino, también un fenómeno con la pelota en los pies, más creativo y tan “distinto” que llevo a la selección argentina a ganar su segunda copa mundial. Sí, me refiero a Diego Armando Maradona, “El Pelusa”, D10S, como lo han catalogado algunos. (Quizás a Borghi le faltó la ayuda de la Mano de Dios, pero eso es materia de una discusión teológica-futbolística que no viene al caso desarrollar). 

 Pasaron los años y, estando al mando del cuerpo técnico de Boca Juniors, Borghi no consiguió los resultados esperados por la parcialidad xeneize, multitud deseosa de triunfos. La sombra del calvo y multicampeón Carlos Bianchi, que dejó un recuerdo imborrable en la fanaticada boquense , hizo que Borghi arreglara las maletas antes de lo esperado (o antes de lo pactado con la plana mayor de Boca Juniors). Lo de Carlos Bianchi en Boca, puede ser comparado, guardando las proporciones, con lo hecho por el propio Bichi al mando del exitoso Colo-Colo tetra campeón (temporadas 2006-2007)y finalista de la Copa Sudamericana 2006. (Los técnicos que sucedieron a Borghi en el Cacique tuvieron que vivir y trabajar al alero de comparaciones y exigencias de resultados). 

 Pero quizás la sombra más oscura para él, más persistente, y a la que el DT nacional ha tenido que hacer frente es la sombra de ex DT de “La Roja”, el rosarino Marcelo Alberto Bielsa. Si bien el trabajólico y querido Loco se fue de un día para otro, en una conferencia de prensa extraña, por graficarla de algún modo, fue el propio Borghi quien comenzó marcando la pauta al referirse a “las viudas de Bielsa”, para señalar a la gran cantidad de seguidores del rosarino, que sintieron profundamente su partida. Estadísticamente y en la tabla de posiciones de las Clasificatorias (o Eliminatorias) para Brasil 2014, no difieren mucho ambos técnicos. En lo que sí hay diferencias llamativas, sustanciales y notorias es en la forma de jugar, en la fisonomía de juego, en la claridad táctica dentro de la cancha. 

 Hace pocos días, luego de la derrota ante Colombia en el Estadio Monumental, gran parte de la hinchada se fue contra Borghi. Pasó de ser “el Bichi” a ser “el parrillero”. Sin embargo, sucedió algo parecido en el proceso clasificatorio anterior, cuando Chile cayó por 3-0 ante Paraguay en el Estadio Nacional, cuando algunos pedían la cabeza de Bielsa, hechos que demuestran la idiosincrasia del hincha chileno. A cualquier técnico le sucedería lo mismo, porque es fácil subirse al carro de la victoria, pero no empujar cuando el carro anda mal. 

 Finalmente, Borghi se enfrenta a la sombra más extensa, oscura, complicada, e imponente de todas: La sombra de la FIFA. Basándose en un informe arbitral dudoso, ambiguo y erróneo en cuanto a antecedentes (como lo han mencionado medios deportivos), los órganos jurisdiccionales de la FIFA sancionaron al DT con cinco partidos sin poder dirigir al equipo de todos. En la ANFP apelaron a dicha sentencia condenatoria, con el fin de revertir sus decisiones. 

 Así las cosas, es de esperar que las gestiones de Jadue y compañía resulten según lo esperado; que el Bichi pueda volver a dirigir a la Selección al borde del campo de juego; que Chile clasifique a la Copa del Mundo Brasil 2014; y que todos celebremos al lado de una parrilla, asado que se hará a la sombra de Borghi.

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