"...Y verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero..."

No soy asiduo a ver el Festival de Viña. Hace años no lo veía. Los humoristas, ni nada. Si una presentación de algún artista que me interesara tenía buenas críticas, la buscaba y la veía por internet. Este año me llamó mucho la atención la presentación del humorista colombiano Carlos "Mono" Sánchez, especialmente la parte final de su rutina, cuando se despide al público. Me imagino lo difícil que debe ser hacer reír a miles de personas que no te conocen, ni siquiera de nombre. Venir de otro país, lleno de ilusiones ensombrecidas por la probable reacción del público, "el monstruo". Y más que la rutina, lo que me llamó la atención fue el final de su presentación, con "El baile de los que sobran" como cierre musical y de fondo las banderas chilenas y colombianas. ¿Con esa canción habrá pensado en los miles de inmigrantes colombianos que están en nuestro país?; ¿habrá recordado cada vez que alguien decía su nombre, como parte de los artistas invitados, y lo miraban raro?, ¿habrá bajado la mirado y sentido algo de temor o vergüenza?.

Con los ojos vidriosos y las manos juntas en señal de agradecimiento vio como "el monstruo" se transformó en una voz que repetía al unísono "gaviota, gaviota", implorando la entrega del trofeo cargado de historia y simbolismo, aunque el último tiempo haya perdido algo de prestigio. Asimismo, vio como del "monstruo" surgían miles de manos haciendo la forma característica del trofeo. 

El animador llenó de emotividad el momento haciendo una breve reseña de la trayectoria del humorista que, con los ojos llorosos y saludando a todos y a nadie a la vez, no creía lo que estaba pasando. Y justo al momento que la animadora anuncia la entrega de la gaviota, Carlos "Mono" Sánchez busca espontáneamente el abrazo tímido del animador. Ese instante me hizo recordar la frase escrita minutos antes de morir por Chris McCandless (o Alexander Supertramp): "Happiness only real when shared" o "la felicidad sólo es real cuando es compartida". Dudo si el animador conocía previamente al humorista, pero se hizo parte de ese momento único en su trayectoria, en su vida quizás. Y si McCandless habló de la felicidad, me pregunto qué pasa con los sentimiento opuestos. 

En fin, en vez de "El baile de los que sobran" como cierre musical, hubiese sonado mucho mejor "Si vas para Chile", aunque a muchos no les gustase.