La sociedad se embarazó.
Se embarazó de falsos profetas, de mentiras, de superficialidad.
¿Quién será el padre?.
¿Quién se hará responsable?.
Se embarazó de fatalidad, de drogas -duras y blandas, da lo mismo-.
Se embarazó de oscuridad, turbiedad y corrupción.
¿Quién se hará responsable?.
¿Quién seguirá alimentando este embrión indeseado?.
La sociedad se embarazó, sin querer, de éste pequeña fierecilla. Ser indomable que crece sin reproches ni tapujos, pero que comienza a ser querido y aceptado, tolerado y respetado. Asumido, finalmente.
¿Debemos seguir alimentándolo?.
¿Debemos esperar su completo desarrollo?.
La sociedad se embarazó de modas nefastas, consumismo y falsos idolos.
Se embarazó de residuos tóxicos, calentamiento global y armas nucleares.
Se embarazó de rechazo, discriminación y batallas religiosas.
¿Quíen hará lo necesario para frenar su desarrollo?.
¿Quién apostará por su rehabilitación?.
¿Quién se atreverá a mirar con malos ojos a este pequeño ser de garras afiladas?.
Finalmente, ¿quién lo criará?...
¿Quién convivirá con él?.
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