Hace pocos días me llegó una carta certificada con el membrete de la AISF. Me interesé en esa moderna institución porque de un tiempo a esta parte he estado cargado de problemas. No sé si será mala planificación de mi parte, mala suerte, el destino… ¡no sé! Algunos problemas son gravísimos; otros, no tanto.
En fin, la carta decía lo siguiente:
“Programa Suicida
1. Sentirse constantemente triste, solo y abatido. Creer y actuar con la convicción que nada tiene solución, que nadie lo ama, lo quiere o lo necesita. En fin, ver todo negro, sentirse inmerso en un pozo ciego.
2. Anotar todas y cada una de las circunstancias que fundamentarán su decisión. Por ejemplo: desempleo, enfermedades terminales, depresión continua, deudas millonarias, problemas sociales, desamparo familiar, etc.
3. Elegir algún método para acabar con la propia existencia. En este punto existe libertad de decisión. Se pueden utilizar medios clásicos, como un balazo en la sien, colgarse o cortarse las venas; o bien, métodos no reconocidos por la AISF (Asociación Internacional de Suicidas Frustrados).
4. Dejar alguna carta o mensaje de despedida a ciertas personas (paso opcional).
5. Poner en ejecución el procedimiento suicida”.
He cumplido todos los pasos indicados cabalmente. Lo he pensado mucho. Demasiado. No es un tema menor. Pero por hoy no lo haré, ¿por qué?, ¿para qué?. Sea como sea... la vida continúa.
Ya, me despido, tengo que ir a comprar el pan.
En fin, la carta decía lo siguiente:
“Programa Suicida
1. Sentirse constantemente triste, solo y abatido. Creer y actuar con la convicción que nada tiene solución, que nadie lo ama, lo quiere o lo necesita. En fin, ver todo negro, sentirse inmerso en un pozo ciego.
2. Anotar todas y cada una de las circunstancias que fundamentarán su decisión. Por ejemplo: desempleo, enfermedades terminales, depresión continua, deudas millonarias, problemas sociales, desamparo familiar, etc.
3. Elegir algún método para acabar con la propia existencia. En este punto existe libertad de decisión. Se pueden utilizar medios clásicos, como un balazo en la sien, colgarse o cortarse las venas; o bien, métodos no reconocidos por la AISF (Asociación Internacional de Suicidas Frustrados).
4. Dejar alguna carta o mensaje de despedida a ciertas personas (paso opcional).
5. Poner en ejecución el procedimiento suicida”.
He cumplido todos los pasos indicados cabalmente. Lo he pensado mucho. Demasiado. No es un tema menor. Pero por hoy no lo haré, ¿por qué?, ¿para qué?. Sea como sea... la vida continúa.
Ya, me despido, tengo que ir a comprar el pan.
Me encanta esa forma q solo tú tienes de escribir sobre cualquier tema, haciendolo interesante.
ResponderEliminar...Aunque algún día todos los motivos fundantes se hicieran míos, seguiría yendo a comprar pan mientras puediera, para estar contigo en ésta y en nuestras demás vidas..
Te amo chanchito amante de la escritura :)